La investigadora María José Castillo analiza los efectos de la pandemia desde los factores biofísicos, económicos (Producto Interno Bruto y Comercio Exterior), sociales (pobreza y empleo) y la seguridad alimentaria en este país, durante tres etapas, desde el inicio de la pandemia, hasta el año pasado.
La pandemia por Covid-19, sus consecuencias y más actualmente la coyuntura de aumento de precios y particularmente del precio de los alimentos, tensionan los sistemas alimentarios y su capacidad para asegurar la alimentación, particularmente en los territorios vulnerables de Ecuador.
En este nuevo análisis de coyuntura de Rimisp – Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural se ha revisado la evolución de variables clave a nivel macroeconómico y social a lo largo de los últimos tres años, los que se pueden interpretar como tres periodos o etapas distintas desde la aparición del COVID-19 en el país. Los factores abordados en este análisis de coyuntura corresponden a factores biofísicos, factores económicos, factores sociales y los impactos en seguridad alimentaria.
Durante estas fases los indicadores epidemiológicos han variado también, encontrando los mayores índices para el segundo periodo y los más bajos en el tercero, lo que fue acompañado de un levantamiento de restricciones como las del aforo máximo y el uso de mascarilla. Los efectos de la pandemia por el COVID-19 sobre las variables clave fueron asimismo diversos en cada uno de estos periodos, pero también diferenciados de acuerdo al sector económico.
La primera etapa, en 2020, se caracterizó por un fuerte impacto negativo en el PIB total y en la tasa de ocupación media anual, pero también por un comportamiento contrario en el PIB silvoagropecuario, donde productos tradicionales de exportación y otros que tienden a ser esenciales en la dieta a nivel doméstico mostraron crecimientos.
En este periodo la economía experimentó también un subperiodo de inflación anual, la cual fue mayor para los productos alimenticios, volviendo luego a la tendencia deflacionaria. El impacto general sobre la economía durante ese año incidió fuertemente sobre la pobreza, la cual, consistente con el mejor desempeño del sector silvoagropecuario, creció más en las áreas urbanas que en las rurales.
Aunque para la pobreza extrema el incremento sí fue mayor en las áreas rurales que en las urbanas en la fase inicial, durante la segunda etapa (mayoritariamente el año 2021), este tipo de pobreza a nivel nacional volvió a los niveles de 2019. Tanto la pobreza como la extrema pobreza se redujeron más fuertemente en las áreas rurales que en las urbanas, disminuyendo así la brecha entre estas áreas. Este segundo periodo estuvo caracterizado por un inicio de recuperación en el PIB total y una continuación en el crecimiento del PIB silvoagropecuario. En esta etapa, sin embargo, empezaron a crecer los precios en la economía de manera sostenida desde la segunda mitad del año 2021. Adicionalmente, la pobreza continuaba por encima y el empleo por debajo de los niveles de 2019.
Para el tercer periodo (mayoritariamente el año 2022), se estima que el PIB total habría continuado creciendo, pero menos de lo esperado debido a las protestas indígenas de mediados de año. En cuanto al PIB silvoagropecuario, este periodo se caracterizó más bien por decrecimientos en casi todos sus componentes, lo que puede atribuirse, además de las paralizaciones, al incremento en los precios de los fertilizantes experimentado a nivel mundial desde fines de 2021. Agravando la problemática, los precios generales y en especial los de alimentos y bebidas no alcohólicas continuaron creciendo durante 2022, llegando la inflación anual y la acumulada a niveles mayores a los observados en los últimos 5 años.
Los resultados de la tercera etapa analizada dejan latente la preocupación por el bienestar de los hogares ecuatorianos, tanto en las áreas urbanas como en las rurales, especialmente para los hogares más vulnerables, para quienes la pobreza podría profundizar.
Los datos de inseguridad alimentaria y subalimentación desde el periodo 2015-2017 hasta 2019-2021 revelan que estos son aspectos difíciles de revertir y a su vez en los que se debe trabajar con más ahínco, buscando reducir las desigualdades entre la población.
Revisa y descarga el análisis completo:
Consulta la infografía sobre el Análisis de Coyuntura:
https://www.rimisp.org/wp-content/uploads/2023/02/AnCoy-2022-01-V2-Carta.pdf
